Manser Benlaidi , entrenador de futbol
UEFA PRO
Manser Benlaidi , entrenador de futbol
UEFA PRO
las metodologías
La significativa evolución de las metodologías que abordan el entrenamiento en fútbol invita a los técnicos a una revisión de conceptos que permita explorar nuevas formas de operar, buscando la mayor especificidad posible en base a las demandas particulares y el alto nivel de incertidumbre que ofrece el juego del fútbol. Este artículo profundiza en el calentamiento, tratando de buscar una adaptación no solo fisiológica y mental, sino que integre además principios del modelo de juego del equipo y mejore al jugador como parte íntegra de un sistema complejo. El propósito es relacionar la parte inicial con la especificidad del juego, y su adaptación a la complejidad de las tareas posteriores y la planificación en base a las cargas físico-tácticas del microciclo semanal. Todo ello bajo el prisma de nuevas metodologías sistémicas e integradas, partiendo del modelo de juego como guía del proceso de mejora del individuo y el colectivo.
INTRODUCCIÓN
El desarrollo de una sesión de entrenamiento debe estructurarse para garantizar una adaptación lógica y oportuna del futbolista a las demandas de las tareas propuestas. Bompa (2007) señala que la estructura básica se divide en tres partes: preparación (calentamiento), parte central y conclusión. Alter (1992) define el calentamiento como “un conjunto de ejercicios realizados inmediatamente antes de una actividad que proporciona al cuerpo un periodo de ajuste del descanso al ejercicio”. Para Bangsbo (2002) el calentamiento permite la adaptación físico-mental al ejercicio de forma gradual. Las investigaciones acerca de las consecuencias del calentamiento han evidenciado múltiples beneficios a raíz de su práctica. Nus (2012) clasifica varios efectos: fisiológicos, psicológicos, prevención de lesiones, efectos beneficiosos en procesos perceptivos y cognitivos. Como señala Blázquez (2004) el calentamiento depende, entre otras cosas, del deporte a practicar y del grado de entrenamiento, por lo que se deduce una necesidad de relacionar al máximo la puesta en acción con las demandas físico-emocionales de las tareas posteriores. Por todo ello, y en relación con la concepción del futbolista como parte de un sistema, se debe abordar el contexto del juego y su dinamismo para adecuar la fase de puesta en acción de forma específica con la lógica interna del juego.
EL CALENTAMIENTO EN EL PROCESO DE ENTRENAMIENTO ESPECÍFICO
Como explica Amieiro (2007; citado en Pol, 2011) a cualquier acción técnica o física le subyace una intención táctica, una intencionalidad del juego. Señala Tamarit (2007) que “la supradimensión táctica debe orientar cada ejercicio procurando una determinada forma de jugar caracterizada por ciertos principios y subprincipios que conforman el modelo de juego”. Estas explicaciones sugieren la necesidad de integrar las tareas bajo un marco táctico que englobe el resto de aspectos como herramientas para cimentar los principios de juego de un modelo específico. Dicha especificidad debe abordarse desde el comienzo, planteando situaciones de calentamiento donde se introduzcan aspectos a desarrollar del modelo de juego, respetando los criterios de progresión gradual fisiológica y mental de la puesta en acción. La evolución de los procesos de entrenamiento ha consolidado tareas menos analíticas y más próximas a la coordinación específica del fútbol. No obstante, los
ejercicios de calentamiento propuestos por los autores están lejos de trabajar en el marco táctico que debe predominar en una metodología sistémica e integradora del juego. Nus (2012) divide el calentamiento específico en cuatro elementos: técnico, técnico-táctico, técnicotáctico individual (1 vs 1) y técnico recreativo, demostrando que la bibliografía más actual está lejos de considerar el calentamiento como parte integradora del trabajo táctico que debe cimentar el proceso de enseñanza-aprendizaje, y se limita a facilitar un trabajo posterior más específico integrando elementos técnico coordinativos disociados de intenciones táctico-estratégicas. Por lo tanto, cabe sugerir varias características de las tareas de calentamiento integrado en la metodología sistémica:
▶Tareas con balón.
▶Integración de aspectos técnicos bajo intenciones tácticas.
▶Situaciones con participación cognitiva-emocional en progresión.
▶Trabajo sobre principios del modelo de juego.
▶Individualización de la tarea: situar a los jugadores en sus puestos específicos.
▶Relación táctico-estratégica con las tareas posteriores.
MEDIOS DE CALENTAMIENTO ADAPTADOS A LA DIMENSIÓN TÁCTICA DEL FÚTBOL
Como explica Mallo (2013) el calentamiento consta de tres fases: general, específica y activación. El calentamiento general busca una adaptación respiratoria y articular adecuada al ejercicio posterior. El calentamiento específico introduce movimientos coordinativos e implementos específicos del deporte a practicar. La activación se encuadra como el último paso sirviendo de nexo para unir la parte inicial con las tareas principales. Sin embargo, estos calentamientos no reúnen, por su globalidad, las condiciones necesarias para completar una tarea táctica y específica que permita al equipo mejorar en los aspectos propuestos en el eje del modelo de juego. En esta propuesta se sugiere la unidad de estas tres fases en una sola específica, que por sus características mencionadas anteriormente permitirán al jugador una adaptación de máxima especificidad con el fútbol y con los principios de juego propios del equipo. Así pues, se proponen varias tareas de calentamiento para una adaptación lógica e integrada.
▶Rondos: mantenimiento de balón estático con superioridad ofensiva.
▶Mantenimientos: conservación de balón dinámica con oposición (superioridad, igualdad o inferioridad numérica).
▶Evoluciones: tareas de progresión en el juego en dinámica colectiva sin oposición (11 vs. portero) y con finalización.
▶Acciones combinadas: movimientos tácticos con o sin finalización, pero sin oposición.
▶Juegos reducidos: situaciones jugadas entre dos equipos con direccionalidad (porterías o zonas a conquistar). Estas tareas, por su estructura y funcionalidad, respetan los principios que han de poseer aquellos ejercicios encaminados a un desarrollo integrado de los aspectos del juego, considerando éste como específico y particular:
▶Trabajo estructurado y contextualizado en especificidad.
▶Fomento de la toma de decisiones y entrenamiento cognitivo.
▶Orientación a los momentos del juego: ataque, defensa, transiciones y acciones a balón parado.
▶Consideración de parámetros modificadores: reglas, espacio, tiempo, número de jugadores, tipo de táctica (individual, grupal, colectiva).
▶Control de la carga táctica y emocional.
PLANIFICACIÓN DEL CALENTAMIENTO EN RELACIÓN A LAS DEMANDAS FÍSICO-EMOCIONALES
En los últimos años la bibliografía ha considerado la programación en fútbol como un proceso continuo donde es preciso ir planificando los objetivos y contenidos a lo largo de la temporada, entendiendo las dificultades de conseguir picos de forma óptimos en un momento determinado al existir una competición semanal y prolongada. La Periodización Táctica encuentra en el morfociclo patrón la unidad de planificación semanal. Tamarit (2007) señala que son los principios y subprincipios los que irán variando
en cada sesión, cumpliendo con el principio de alternancia horizontal. Según dicho principio se debe programar con rigor a lo largo de la semana el tipo de contracción muscular, la densidad y volumen y el desgaste táctico y emocional. En esta línea, el calentamiento debe diseñarse en relación con este principio, planteando tareas iniciales que respeten el tipo de contracción y el volumen según las exigencias de la sesión. Para ello se buscarán dinámicas de puesta en acción que ofrezcan mayor transferencia a los ejercicios de la parte principal, respetando la modificación de parámetros estructurales (espacio, tiempo, número de jugadores, tipo de táctica: individual, grupal, colectiva) según el día de entrenamiento semanal.
LA IMPORTANCIA DE LA VARIEDAD COMO ELEMENTO COHESIONADOR En la actualidad aparecen alternativas a la forma de entrenar de los últimos años. Sin embargo, y a pesar de la variedad de propuestas y metodologías del presente, los entrenadores tienen una forma de trabajar con la que van “culturizando” a sus jugadores a lo largo de sesiones de entrenamiento y temporadas. Es por ello, que el jugador va acoplando las distintas enseñanzas y cimentando una educación futbolística que le hace desarrollarse a lo largo de su carrera bajo un prisma determinado e inducido por los métodos de sus entrenadores. Al enfrentarnos al reto de dirigir un equipo no podemos obviar esa cultura de los jugadores, y para ganar la confianza del equipo y no desestructurar las creencias de los futbolistas debemos variar
metodológicamente nuestros entrenamientos, lo que el profesor Vítor Frade (2010; citado en Tamarit, 2013) denomina como estrategia del café con leche, “esconder lo que queremos que nuestros jugadores hagan -leche- en lo que necesitan hacer por temas culturales y subconscientes -café-” (Tamarit, 2013) . Esto, por supuesto, debe prolongarse en la parte inicial de la sesión. Para jugadores instruidos en metodologías más tradicionales, la no realización de un calentamiento general clásico puede inducirle a la desconfianza y al descrédito del técnico, por lo que la ejecución de calentamientos integrados con el modelo de juego y de predominancia táctica ha de introducirse de forma progresiva y paciente. Del mismo modo hay que gestionar de forma correcta la introducción de aquellas dinámicas que por su componente lúdico o integrador se consideren necesarias realizar, entendiendo que la parte inicial es un buen momento para ello.
CONCLUSIONES
El diseño de tareas que propongan situaciones cercanas a la competición es un reto ambicioso al que se enfrenta el entrenador a lo largo del proceso de planificación y entrenamiento. En ese recorrido no debe obviarse ninguna de las partes que integran la sesión. Por ello se invita a los técnicos a conjugar los principios propuestos desde la parte inicial de calentamiento, buscando una adaptación táctica que permita al jugador comprender aquello que se le exigirá posteriormente en un marco práctico específico y abierto, basado en los principios y sub-principios del modelo de juego. En este sentido se deben buscar aquellas tareas que por su estructura y complejidad permitan iniciar la asimilación de contenidos sin desfavorecer la aclimatación gradual del futbolista a nivel fisiológico, y buscando una participación cognitiva y emocional.
BIBLIOGRAFÍA Alter, M.J. (1992). Los estiramientos. Desarrollo de ejercicios. Paidotribo: Barcelona. Araujo, D. (2006). Tomada de decisao no desporto, FMH: Lisboa. Arjol, J.L (2009). Revisión de los aspectos más relevantes en las situaciones de entrenamiento del futbolista, Fútbol-táctico, 26. Bangsbo, J. (2002). Entrenamiento de la condición física en fútbol. Paidotribo: Barcelona. Castelo J. (1999). Fútbol. Estructura y dinámica del juego. Barcelona: Inde. Gómez, P. (2014). El fútbol ¡no! es así, Barcelona: FútbolDLibro. Mallo, J. (2013). La preparación (física) para el fútbol basada en el juego. FútbolDLibro. Nus, G. (2012). El calentamiento en el fútbol. Sesiones de entrenamientos y partidos. Círculo Rojo. Oliveira, B., Amieiro, N., Resende, N., Barreto, R. (2007). Mourinho ¿Por qué tantas victorias? MC Sports: Pontevedra. Pol, R. (2011). La preparación ¿física? en el fútbol. El proceso de entrenamiento desde las ciencias de la complejidad. MCSports: Vigo. Roca, A. (2008). El proceso de entrenamiento en el fútbol. MC Sports. PREPARACIÓN FÍSICA 36 / EDICIÓN 92 FUTBOL-TACTICO FUTBOL